es difícil responder a su pregunta sin detalles, pero hay dos respuestas que se me ocurren que cubren la mayoría de las circunstancias.
Primero: si ha comenzado una rutina de ejercicios bastante rigurosa de, digamos, tres entrenamientos por semana para desarrollar fuerza o aptitud aeróbica, hay un período de algunas semanas durante el cual todavía no está aclimatado al ciclo, cuando la mayoría de sus el tiempo se gasta en recuperarse.
Durante este período, la sensación positiva a corto plazo después de un entrenamiento puede no equilibrar la incomodidad. ¡Pero será!
Segundo: si ves que trabajar es algo separado de tu día a día, en lugar de algo integrado en tus placeres y prioridades, entonces parecerá un esfuerzo.
Dos soluciones se sugieren a sí mismas: o trabaje más durante un tiempo, formando así un lugar fuera de su vida por el tiempo, el esfuerzo y los hábitos requeridos.
O bien: emparejarse con algo que ya valora. Por ejemplo, siempre un lector voraz, descubrí que hacer ejercicio cinco veces a la semana era un problema para leer.
Así que me suscribí a Audiolibros digitales e INMEDIATAMENTE comencé a querer ir a entrenar para pasar al siguiente capítulo.
Muchas personas también se emparejan haciendo ejercicio con la amistad, teniendo un “compañero de entrenamiento” que no solo los responsabiliza sino que también los socializa.
Como con todas las cosas, la clave es la integración y el equilibrio en su vida.
¡¡Que te diviertas!!