¿Por qué cuando estás sano los doctores te recomiendan hacer ejercicio, pero cuando estás enfermo te aconsejan que descanse? ¿No deberían aconsejarte a hacer ejercicio también?

tl; dr A corto plazo, el ejercicio tiene pocos efectos sobre la curación y puede ser perjudicial para nuestro cuerpo, en cambio, el descanso puede sanar nuestro cuerpo.


En primer lugar, debemos saber por qué los médicos nos aconsejan hacer ejercicio y luego vamos a analizar por qué debemos descansar cuando estamos enfermos.

¿Por qué deberíamos hacer ejercicio físico?

El ejercicio es una forma de estrés que aumenta nuestro metabolismo. De hecho, si mantenemos una forma de ejercicio extremo durante un largo período de tiempo, podemos morir.

Múltiples estudios han demostrado que las personas que mantienen una forma física apropiada, a largo plazo presentan un beneficio adicional de prolongar la vida, por dos razones principales:

  1. La buena forma física y el control de peso reducen en gran medida las enfermedades cardiovasculares, lo que da como resultado:
    1. Mantener una presión sanguínea moderadamente baja.
    2. Reducir las concentraciones de colesterol y lipoproteínas de baja densidad (LDL), con un aumento de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) en la sangre.
  2. Una persona que hace ejercicio tiene más reservas corporales (principalmente respiratorias y cardíacas) para usar cuando se enferma.

Después del ejercicio, debemos descansar para restaurar la energía corporal agotada y eliminar los productos de desecho metabólicos (por ejemplo, exceso de ácido láctico). Sin un descanso adecuado, aumenta la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular u otros problemas de circulación.

Entonces, ¿por qué deberíamos descansar cuando estamos enfermos?

El descanso y el sueño están relacionados con la función restauradora de nuestro cuerpo.

Cuando descansamos estando enfermos, estamos conservando energía para ser utilizada por nuestro sistema inmunne y nuestro cuerpo elimina los productos de desecho metabólico a un ritmo más rápido, además, se ha demostrado que la pérdida de sueño afecta la función inmune.