¿El consumo de azúcar reduce la inteligencia?

El resultado de un nuevo estudio del profesor de biología de la UCLA, Fernando Gómez-Pinilla, quien tomó la ruta de la rata de laboratorio para determinar cómo el consumo de azúcar altera la memoria y las habilidades de aprendizaje. Y qué nos dijeron las ratas:

En el estudio, dos grupos de ratas fueron alimentados con comida estándar para ratas y entrenados para navegar un laberinto durante cinco días antes de comenzar una dieta alta en fructosa. Seis semanas después, un grupo de ratas pasó por el laberinto mucho más lentamente, con los investigadores especulando que el azúcar estaba causando que las células cerebrales de los roedores tuvieran problemas para señalizarse entre sí.

Pero el estudio no terminó allí, con las ratas simplemente chocando contra las paredes y los profesores, presumiblemente riendo entre dientes. En su lugar, trataron de combatir el cerebro de los roedores, que ahora es stoner, dándoles alimentos y suplementos adicionales para ver cómo reaccionarían sus desconcertadas mentes. Los resultados:

A pesar de estar en la misma dieta azucarada, el otro grupo de ratas se escurrió por el laberinto sin problemas. ¿Cuál fue la diferencia? Los investigadores dieron a estos roedores un suplemento de ácidos grasos omega-3 en forma de aceite de semilla de lino y ácido docosahexaenoico (DHA).

Todo lo cual lleva a los doctores en el estudio a recomendar que, si realmente necesitas obtener algún tipo de refuerzo de azúcar para, oh, no sé, sacar toda la noche antes de un gran examen final o manejar la torre al aire control del tráfico, coma una gran cantidad de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3. Eso incluye elementos como salmón, semillas de lino y nueces. Pero esa recomendación parece ser más una “solución de tirita” después de los hechos que cambiar realmente los hábitos, por lo que no necesitará estos agentes de enmascaramiento.

En cambio, es mejor intentar elevar tus propios niveles de energía a través de medios más naturales. En otras palabras, a través de métodos probados y verdaderos como: (1) comer varias comidas durante el día en lugar de una gran explosión; (2) hacer ejercicio regularmente; (3) dormir lo suficiente; (4) meditación u otras técnicas para aliviar el estrés; (5) y en general mantenerse alejado de los dulces azucarados. Cambiar su estilo de vida agregándolo a su repertorio, en lugar de darle la necesidad de un zumo de azúcar a media tarde, la Coca-Cola que tanto quiere, no es solo lo más inteligente. En realidad, en este caso, ¡literalmente no te hará tonto!