Casi despreciable.
Además del aumento en la tasa metabólica y la oxidación de las grasas, se ha demostrado que los capsaicinoides ayudan a aumentar la sensación de saciedad y el apetito, agregando otro mecanismo potencial para ayudar a perder peso.
Pero aunque estos hallazgos son alentadores, hay algunas advertencias. En primer lugar, el aumento en la tasa metabólica inducida por estas sustancias es muy pequeño (de cuatro a cinco por ciento) y en muchos estudios no alcanzó significación estadística.
Además, la cantidad de capsaicinoides y capsinoides necesaria para producir un efecto es tan grande que ha sido difícil lograr que los pacientes cumplan con los requisitos. Además, el mismo estudio muestra que los alimentos picantes solo afectan el metabolismo en personas que no los comen regularmente, lo que sugiere que puede desensibilizar los efectos con el tiempo.
En resumen, aunque los humanos pueden obtener un aumento modesto en la quema de calorías inmediatamente después de una comida picante, es poco probable que el efecto sea significativo para la pérdida de peso a largo plazo.
