¿Por qué mis muslos hormigueaban mientras estaba entrenando?

Usted momentáneamente restauró la circulación a una zona que carecía de ella. ¡Los nervios allí, hambrientos de nutrientes, tragaron todo lo que pudieron en ese momento y comenzaron a funcionar! El hormigueo fue despertar tus nervios sensoriales. Probablemente hubo pocos spams, quizás por debajo de la conciencia, ya que los nervios motores de sus aductores se activaron.

Su sistema circulatorio requiere contracciones musculares para ayudar con el retorno venoso. De la misma manera que tu corazón bombea sangre, todos tus músculos bombean para mantener la sangre, la linfa y todos los otros humores del cuerpo moviéndose a cada rincón distante. Si tus muslos internos no se contraen bien, la sangre se acumula allí y no aporta suficientes nutrientes. Esta es una espiral descendente, ya que cuanto menos alimentados estén los nervios, menos contracción podremos obtener de nuestros músculos.

Ponte en una espiral ascendente. Esa sensación de hormigueo es un buen indicador de que estás en el camino correcto, como sería una sensación de humedad fría (la sensación de flujo sanguíneo regresando a un área impedida). Ponerse en cuclillas y abalanzarse es el mejor ejercicio para apuntar a esta área. Aprieta las rodillas juntas durante la sentadilla para apuntar a los aductores.

Si tus muslos internos carecen por completo del tono y se frotan entre sí, considera que tu músculo psoas mayor, que se introduce en los aductores, no funciona correctamente. Tratar de mantener la integridad estructural en el estomago inferior, una espalda baja recta mientras se pone en cuclillas ayudará a sanar este músculo.