Si su hijo está “fingiendo” dormir, ese niño ya está siendo castigado. Significa que el niño no puede dormir, y en lugar de leer, colorear, jugar o ir al baño o tomar un trago de agua, tiene miedo de decirle que no puede dormir, le teme a Acuda a usted en busca de ayuda, y su hijo simplemente se queda inmóvil en la oscuridad, con la esperanza de que no lo noten.
Déjame repetir esto:
Su hijo tiene miedo de llamar la atención sobre sí mismo.
Su hijo permanece inmóvil en la oscuridad en lugar de hacer algo que pueda ser calmante, interesante o incluso ayudarlo a sentirse somnoliento.
Su hijo está fingiendo dormir porque su hijo no puede dormir y le teme al castigo. Es por eso que su hijo está fingiendo dormir.
Aquí hay cosas que puedes hacer:
¿Cómo puedo controlar mi sueño por la noche cuando tengo sueño pero no quiero dormir?
¿Cuál es la mejor manera de leer un libro por la noche, sin dormir, con plena concentración?
¿Debería sentirme mal por no haber despertado a mi compañera de cuarto por trabajo?
Habla con tu hijo. Averigüe si algo le molesta a su hijo. Ofrezca una luz de noche. Ofrezca reproducir música relajante en un volumen que su hijo pueda escuchar. Revise debajo de la cama y en los armarios para ver si hay “monstruos”. Crea un ritual a la hora de dormir. Insista en el tiempo de silencio, incluso si el niño no tiene sueño, lo que significa que el niño debe permanecer en la cama, pero puede leer o hacer alguna otra actividad tranquila.
Digo esto no solo como padre, sino como un niño anterior.
Tuve problemas para dormir, y aún recuerdo el terror absoluto de ir a la cama y quedarme allí, literalmente contando los minutos, escuchando a los adultos ir a la cama para poder encender una luz y leer. Cuando me hiciera un poco mayor y cogiera una linterna, leería debajo de las sábanas, preferible a acostarme en la oscuridad, pero tampoco es muy bueno; le transmite al niño el mensaje de que leer es malo, y que hay algo malo o vergonzoso con el niño por no poder dormir.
Mis propios hijos tenían problemas para dormir, y teníamos la regla del tiempo de silencio, y funcionó a las mil maravillas. Generalmente, dentro de 15-20 minutos, tengo que entrar para apagar la luz y tomar el libro de sus manitas.
Si nada de esto funciona, hable con el pediatra de su hijo para descartar un problema subyacente.
¡Buena suerte a ambos!