La sandía es una fuente natural de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza.
La sandía tiene un efecto gastroprotector significativo en la ulceración gástrica. Este efecto protector se lleva a cabo debido a la inhibición de la secreción de ácido gástrico.
La fruta de sandía y su jugo son ricos y abundantes en antioxidantes, licopeno y ß-caroteno. El licopeno y la vitamina C presentes en la sandía juegan un papel importante en la nutrición humana y previenen diversos tipos de cáncer, como cáncer de pulmón, colon, mama, próstata, páncreas y esófago , y controlan el escorbuto, debido a su actividad antioxidental.