El viejo dicho “eres lo que comes” no solo se aplica a nuestra salud y nutrición en general, sino también a cómo se ve y se siente nuestra piel. Como el órgano más grande del cuerpo, nuestra piel puede beneficiarse de la misma nutrición que obtenemos de alimentos que tienen un efecto positivo en nuestro corazón y otros órganos importantes. La nutrición es clave para tener una piel sana. Una dieta adecuada es esencial para mantener una piel sana y las elecciones de dieta adecuadas regulan la hidratación, la producción de aceite y la función general de la célula. Una dieta pobre y equilibrada puede provocar fatiga, estrés y depresión.
La investigación ha demostrado que los antioxidantes en las vitaminas C y E pueden proteger la piel del daño solar y ayudar a reducir el daño en las células de la piel causado por los radicales libres dañinos, que contribuyen al envejecimiento de la piel. Del mismo modo, sabemos desde hace tiempo que la vitamina B biotina es responsable de formar la base de la piel, el cabello y las células de las uñas, y la vitamina A que se encuentra en muchas frutas y verduras mantiene y repara el tejido de la piel. Sin un suministro adecuado de estas vitaminas, puede notarlo en la apariencia de su piel, cabello y uñas.
Fuente: ScienceDaily
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