Sí, en general hay algunos problemas físicos y de otro tipo con estas ocupaciones. Los técnicos de ultrasonido corren el riesgo de sufrir lesiones repetitivas de los tejidos blandos provocados por el uso prolongado y repetido de las sondas manuales y los problemas de postura. También hay productos químicos desinfectantes que deben aislarse y usarse de forma segura. Estos son venenos y pueden tener efectos en la salud si se usan indebidamente.
Cualquier tecnólogo médico que coloca y maniobra a los pacientes puede estar en riesgo de sufrir una lesión en la espalda. En general, esto es menos problemático en la última década, ya que el manejo asistido por máquina se ha vuelto más común.
Entre las ocupaciones expuestas a la radiación, nunca hay suficiente dosis de radiación para plantear nada más que un riesgo teórico minúsculo de cáncer retrasado.
También existe la posibilidad de contraer una enfermedad infecciosa de un paciente, muy probablemente debido a una lesión por pinchazo de aguja, pero este riesgo es pequeño y está bien controlado.
En cuanto a la salud general, los hospitales y las clínicas suelen ser lugares seguros y saludables para trabajar. Trabajar todos los días con personas enfermas puede desafiar la salud mental de uno, y una personalidad particular que combine compasión con resiliencia emocional es una ventaja en estos trabajos.
