¿Cómo es que nuestro cuerpo quiere agua cuando estamos deshidratados, quiere telas cuando tenemos frío, pero cuando se trata de alimentos solo anhela a los que no lo son? Siente que sabe lo que necesita, excepto por la comida.

Cuando tienes hambre anhelas la comida que te da la mayor cantidad de energía. Cuando vivíamos en cuevas, tenías que salir a cazar. Esto significó caminar kilómetros, correr, repartir la carne y luego llevarla de vuelta al fuego. Entonces la comida con mucha grasa y azúcar dio la mayor recompensa, ya que tenía la mayor cantidad de energía.

Sin embargo, ahora vivimos en un mundo de abundancia. Tienes hambre, sacas tu teléfono, pides comida. Entonces alguien lo trae a la puerta. Apenas te mueves. La comida ahora está diseñada para aprovechar el cerebro que te recompensa por la grasa y el azúcar.

Nuestros cerebros no han alcanzado el hecho de que no necesitamos tanta energía. Todavía está en modo de “necesitar tanta energía como podamos para cazar más”.

No hay comida no es saludable. El consumo excesivo de cualquier alimento es malo. Todo con moderación..