La ansiedad puede ser tanto una causa como un síntoma. El estrés y la capacidad de una persona para hacer frente a los altibajos de la vida tienen un gran impacto en la ansiedad.
La preocupación constante puede ser un signo de un problema mayor, como el trastorno de ansiedad generalizada. Si bien la preocupación ocasional es normal, la rumiación constante no lo es.
Los dos se alimentan entre sí. La ansiedad interrumpe el sueño; el sueño deficiente lleva a la inestabilidad emocional y al aumento de la ansiedad. El resultado es un ciclo vicioso.
Tener una conversación honesta con su red de apoyo de familiares y amigos es un buen punto de partida. Confíe en un médico y / o terapeuta personal y trabaje para descubrir la raíz del problema.
Adapte e implemente un sistema para manejar el estrés, la preocupación y la ansiedad. No dejes que el mal sueño y la ansiedad descarrilen la magia de la vida.
