Su cerebro pasa por cinco etapas de actividad cerebral durante un ciclo de sueño. La primera etapa es conciliar el sueño; por lo general dura de cinco a diez minutos. Esta es la etapa en la cual uno puede sentir como si estuvieran cayendo y sus músculos se contraen, causando lo que se llama mioclonía hipnótica. La segunda etapa se conoce como sueño ligero. Hay periodos de tono muscular y relajación muscular, junto con una disminución del ritmo cardíaco y una disminución de la temperatura corporal. Esta es la forma del cuerpo de prepararse para el sueño profundo. La tercera y cuarta etapas son las etapas de sueño profundo, conocidas como sueño de onda lenta o delta. Los umbrales de activación más altos se observan en el sueño profundo, lo que significa que el despertar es el más difícil durante esta etapa. La etapa final se llama sueño REM o movimiento ocular rápido. Las ondas cerebrales durante el REM son muy similares a las de la vigilia y la frecuencia cardíaca, junto con la respiración y la aceleración. Los ojos se mueven rápidamente en diferentes direcciones, y los sueños intensos ocurren debido a la actividad cerebral elevada.
Dicho esto, ahora es importante decidir cuál es el objetivo de su siesta. Una siesta de diez a veinte minutos produce principalmente la etapa 2 de sueño, y por lo tanto aumenta el estado de alerta y la concentración, eleva el estado de ánimo y agudiza las habilidades motoras. Tomar café justo antes de tomar una “siesta eléctrica” lo ayudará a estar alerta al despertar, ya que le toma al café unos 20-30 minutos para ponerse completamente en acción. También intente sentarse ligeramente erguido durante la siesta. Esto te ayudará a evitar el sueño profundo y la somnolencia potencial. Es importante tener en cuenta que si te encuentras soñando durante tus siestas, es un signo de falta de sueño.
Tomar una siesta de 60 minutos tiene sus beneficios, pero también tiene un inconveniente. Esta siesta permite un mejor procesamiento de la memoria cognitiva, porque el sueño de una onda lenta ayuda a recordar hechos, lugares y rostros. Sin embargo, despertarse durante el sueño de onda lenta causa somnolencia al despertar. Entonces, los beneficios solo se verán unos 15 minutos después de despertarse.
Una siesta de 90 minutos normalmente implica un ciclo completo de sueño, incluida la etapa de sueño REM. Esto le ayuda a despejar la mente, ayuda a la creatividad, a la memoria emocional y de procedimientos, y le permite recuperarse de cualquier sueño perdido que haya experimentado durante la noche. Además, despertarse después del REM por lo general resulta en un menor aturdimiento, o lo que se conoce como inercia del sueño. Se ha realizado un estudio en la Universidad de California en Berkeley que muestra que tomar una siesta de 90 minutos el día de un examen o presentación conduce a resultados significativos de poder cerebral. El grupo que tomó la siesta de 90 minutos unas horas antes de un examen mejoró en su capacidad de aprender y tuvo una mayor capacidad para recordar hechos en comparación con el grupo que no tomó la siesta. Por lo tanto, la próxima vez que intente prepararse justo antes de un examen, primero intente dormir una siesta, ¡y luego su abarrotamiento en realidad podría dar sus frutos!
Espero que haya ayudado. 🙂
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