Si se prepara adecuadamente, la ensalada de pollo puede ser una comida equilibrada y saludable. Para hacer una ensalada de pollo saludable, comience con una base “colorida”. El uso de verduras de hoja verde oscura (como la espinaca) le dará más nutrientes que las variedades de lechuga romana o iceberg. Una vez que tenga sus greens oscuros, puede agregar más color con una variedad de verduras: tomates cherry, zanahorias ralladas, brócoli, pepinos y cualquier otro vegetal que le apetezca. Ahora que tiene una base nutritiva puede agregar pollo a la parrilla o al horno (evite el pollo frito para mantener bajas las calorías). Usar pollo sin piel y optar por la carne blanca (pechuga) también ayudará a reducir el contenido de grasa de la ensalada. Evite los aderezos cremosos (como el rancho y el caesar) y prepare su ensalada simplemente con aceite de oliva virgen extra, vinagre o jugo de limón, sal y pimienta. Las ensaladas de pollo preparadas de manera similar a lo que he descrito pueden considerarse saludables.
Cuando haga un pedido en un restaurante, evite pedir ensaladas de pollo “crujientes” ya que el pollo está muy empanizado y generalmente frito. Tenga en cuenta que agregar un aderezo cremoso y crutones agregará calorías y no necesariamente respaldará su objetivo de comer saludablemente.