Cómo reducir el sueño por la tarde

Gracias por el A2A
¡Las siestas bien por la tarde están relacionadas principalmente con la comida que tomamos !

Aquí hay un extracto de un artículo que explica por qué nos sentimos somnolientos después de un almuerzo pesado.

Por un lado, los alimentos altos en carbohidratos, altos en grasas y altos en azúcar (como, por ejemplo, puré de papas y pastel de calabaza) desencadenan una respuesta neural tan pronto como llegan al intestino delgado, explica Scientific American . Esa respuesta, en lo que se llama el sistema nervioso parasimpático, le dice a nuestro cuerpo que reduzca la velocidad y se concentre en la digestión en lugar de salir y buscar más alimentos.
Más específicamente, encontraron los investigadores, un grupo de células cerebrales llamadas neuronas orexin que se encuentran en el hipotálamo son muy sensibles a los niveles de glucosa, que se disparan después de una gran comida. Esas neuronas producen una proteína, orexina, que modera la vigilia en el cerebro.
Pero la orexina no es la única neurohormona relacionada con el sueño que se ve afectada por los alimentos. A medida que aumenta la cantidad de alimentos, también aumenta la cantidad de insulina liberada como parte normal de la digestión del cuerpo. La insulina, a su vez, aumenta la cantidad de seratonina y melatonina que inundan el cerebro, dos sustancias químicas asociadas con la somnolencia (y, para el caso, la felicidad).

Así que trate de evitar el alto contenido calórico en su comida de la tarde.

Si es así, aquí hay una lista de causas relacionadas con la somnolencia diurna

  • Calidad o cantidad insuficiente de sueño nocturno.
  • Desalineaciones del marcapasos circadiano del cuerpo con el entorno (p. Ej., Desfase horario, turno laboral u otros trastornos del sueño del ritmo circadiano).
  • Otro trastorno del sueño subyacente, como la narcolepsia, la apnea del sueño, la hipersomnia idiopática o el síndrome de piernas inquietas.
  • Trastornos como depresión clínica o depresión atípica.
  • Tumores, traumatismo craneal, anemia, insuficiencia renal, hipotiroidismo o una lesión del sistema nervioso central.
  • Abuso de drogas.
  • Predisposición genética.
  • Clases particulares de prescripción y medicación OTC

Si alguna de las causas anteriores coincide con su estilo de vida, intente ajustar en consecuencia.