Existen muchas razones válidas para cuantificarse, que incluyen:
- Está de moda y lo convierte en un buen material de conversación (es decir, mantenerse al día con los Jones).
- Necesita ayuda para mantenerse motivado para alcanzar un objetivo (por ejemplo, perder peso).
- Esperas utilizar datos para obtener una ventaja competitiva (por ejemplo, como atleta).
- Desea basar las decisiones cotidianas en los datos (por ejemplo, ¿debo hacer ejercicio por la mañana o por la tarde?).
- Está tratando de descubrir la causa de un problema de salud grave (por ejemplo, la intolerancia a los alimentos) o de controlar mejor una enfermedad crónica (por ejemplo, diabetes).
A menos que esté en la última categoría (o TOC), la cantidad de esfuerzo que está dispuesto a invertir para cuantificarse probablemente no sea tan grande y, por lo tanto, se limita a unos pocos métodos simples de seguimiento pasivo.