¿Por qué nos quedamos dormidos?

Muchos factores juegan un papel en la preparación de su cuerpo para conciliar el sueño y despertarse. Tienes un “reloj corporal” interno que controla cuando estás despierto y cuando tu cuerpo está listo para dormir.

El reloj corporal normalmente tiene un ritmo de repetición de 24 horas (llamado ritmo circadiano). Dos procesos interactúan para controlar este ritmo. La primera es una presión para dormir que aumenta con cada hora que estás despierto. Este impulso para dormir llega a su punto máximo en la noche, cuando la mayoría de las personas se duermen.

Un compuesto llamado adenosina (ah-DEN-o-seen) parece ser un factor relacionado con este impulso para dormir. Mientras está despierto, el nivel de adenosina en su cerebro continúa aumentando. El nivel creciente de este compuesto indica un cambio hacia el sueño. Mientras duermes, tu cuerpo descompone la adenosina.

Un segundo proceso involucra el reloj corporal interno. Este reloj está sincronizado con ciertas señales en el entorno. La luz, la oscuridad y otras señales ayudan a determinar cuándo se siente despierto y cuándo se siente somnoliento.

Por ejemplo, las señales de luz recibidas a través de sus ojos le dicen a un área especial en su cerebro que es de día. Esta área de tu cerebro ayuda a alinear el reloj de tu cuerpo con períodos del día y la noche.

Su cuerpo libera sustancias químicas a un ritmo diario, que controla el reloj de su cuerpo. Cuando oscurece, tu cuerpo libera una hormona llamada melatonina (mel-ah-TONE-in). La melatonina le indica a su cuerpo que es hora de prepararse para dormir y le ayuda a sentirse soñoliento.
La cantidad de melatonina en el torrente sanguíneo alcanza su punto máximo a medida que avanza la noche. Los investigadores creen que este pico es una parte importante de la preparación de su cuerpo para dormir.

La exposición a una luz artificial brillante al final de la tarde puede interrumpir este proceso, dificultando el quedarse dormido. Los ejemplos de luz artificial brillante incluyen la luz de una pantalla de TV, pantalla de computadora o un despertador muy brillante.
A medida que el sol sale, su cuerpo libera cortisol (KOR-tih-sol). Esta hormona, naturalmente, prepara tu cuerpo para despertar.

El ritmo y el tiempo del reloj corporal cambian con la edad. Los adolescentes se duermen más tarde por la noche que los niños más pequeños y los adultos. Una razón para esto es porque la melatonina se libera y alcanza su punto máximo más adelante en el ciclo de 24 horas para adolescentes. Como resultado, es natural que muchos adolescentes prefieran dormir más tarde en la noche y dormir más tarde en la mañana que los adultos.

Las personas también necesitan dormir más temprano en la vida, cuando están creciendo y desarrollándose. Por ejemplo, los recién nacidos pueden dormir más de 16 horas por día, y los niños en edad preescolar deben tomar la siesta.

Los niños pequeños tienden a dormir más al atardecer. Los adolescentes tienden a dormir más por la mañana. Además, los adultos mayores tienden a acostarse más temprano y se despiertan más temprano.

Los patrones y tipos de sueño también cambian a medida que las personas maduran. Por ejemplo, los bebés recién nacidos pasan más tiempo en el sueño REM. La cantidad de sueño de onda lenta (una etapa de sueño no REM) alcanza su máximo en la primera infancia y luego desciende bruscamente después de la pubertad. Continúa disminuyendo a medida que las personas envejecen.

Fuente: Wiki