Como todas las células del cuerpo, las células cancerosas requieren carbohidratos para funcionar.
Los cánceres que crecen rápidamente requieren más energía (en forma de carbohidratos) para crecer y, por lo tanto, lo metabolizan más rápido.
El cuerpo puede producir los carbohidratos necesarios para alimentar las propias células y las necesidades de las células cancerosas al descomponer los carbohidratos, las grasas y las proteínas de la dieta y los alimentos almacenados.
Existen pruebas que respaldan la idea de que la restricción calórica es un adyuvante eficaz (se suma al efecto terapéutico) de las quimioterapias para algunos cánceres de crecimiento rápido, presumiblemente porque la restricción calórica limita la cantidad de nutrientes disponibles para las células cancerosas (también el resto del cuerpo, entonces hay una razón para no exagerar).
