¿Cuáles son algunas formas saludables de conservación de alimentos?

La conservación de los alimentos implica evitar el crecimiento de bacterias, hongos (como levaduras) u otros microorganismos (aunque algunos métodos funcionan al introducir bacterias u hongos benignos en los alimentos), así como retrasar la oxidación de las grasas que causan la ranciedad. La conservación de los alimentos también puede incluir procesos que inhiben el deterioro visual, como la reacción enzimática de pardeamiento en las manzanas después de que se cortan durante la preparación de los alimentos.
Muchos procesos diseñados para conservar alimentos involucrarán una serie de métodos de conservación de alimentos. Preservar la fruta convirtiéndola en mermelada, por ejemplo, implica hervir (para reducir el contenido de humedad de la fruta y matar bacterias, etc.), azucarar (para evitar que vuelvan a crecer) y sellar dentro de un frasco hermético (para evitar la recontaminación). Se ha demostrado que algunos métodos tradicionales de conservación de alimentos tienen un menor aporte de energía y huella de carbono, en comparación con los métodos modernos.
El mantenimiento o la creación de valor nutritivo, textura y sabor es un aspecto importante de la conservación de los alimentos, aunque, históricamente, algunos métodos alteraron drásticamente el carácter de los alimentos que se conservan. En muchos casos, estos cambios se han convertido en cualidades deseables, como el queso, el yogur y las cebollas en escabeche, que son ejemplos comunes.