Cualquier semilla puede remojarse en agua para que su cuerpo la pueda digerir fácilmente. Puedes dejarlos en remojo en un recipiente durante la noche, luego colarlos y comerlos.
Si no quiere perder nutrientes, no asar sus semillas. Las enzimas y otros nutrientes no les gustan las altas temperaturas.
Las semillas son una buena adición a los platillos ricos en vitaminas y minerales como las ensaladas. Eso es porque son ricos en grasas que ayudan a absorber lo bueno de otros alimentos.