De hecho disfruto siendo vegano.
Me encanta la comida fresca y colorida, me encanta que soy un verdadero aliado de otras especies, me encanta todo.
El único inconveniente para mí es más relacionado con mi ansiedad que con el veganismo, y tengo un historial de trastornos alimentarios. Realmente estoy luchando por comer cualquier cosa que no haya preparado, de modo que empiezo a temblar y no puedo comer. Sin embargo, tengo que trabajar en la confianza, pero creo que soy yo y no el veganismo. Incluso cuando estoy increíblemente hambriento, lucho. Estoy estrictamente en contra del desperdicio de comida debido al hambre mundial que aumenta el estrés. Socializar como vegano es siempre un desafío porque todos se socializan con comida y bebida.
Pero cuando estoy a cargo de mi propia vida, estoy muy feliz de hecho. He tenido depresión durante 30 años, pero mi veganismo es una cosa realmente feliz y sostenible. Mi viaje vegano comenzó a principios de los 90 y no me gustaría vivir de otra manera. Es mi herencia y mi historia y mi identidad.
