Muchas personas prefieren el color blanco del azúcar refinada. Ellos pueden pensar que es más limpio. La diferencia entre las dos formas son solo pigmentos e impurezas menores. Pero su cuerpo no puede distinguir entre azúcar blanco y marrón.
Ambos están absortos en el intestino. Ambos conducen a una respuesta a la insulina. En ambos casos, el colesterol LDL se oxida por el exceso de azúcar, que causa depósitos en el revestimiento de las arterias. Ambos también causan que su hígado produzca en exceso triglicéridos, sustancias grasas que se depositan en los tejidos grasos en forma de grasa.
Enfermedades como infartos, derrames cerebrales, obesidad, diabetes tipo 2 y presión arterial alta están directamente relacionadas con el consumo excesivo de azúcar.
No uso azúcar, ya sea en su forma original o como azúcar blanca.