El uso excesivo de antibióticos en humanos y ganado conduce al desarrollo de resistencia a los efectos de tales antibióticos en las bacterias. Uno de los miles de millones de bacterias expuestas al antibiótico eventualmente tendrá una mutación que conferirá resistencia a los efectos del antibiótico específico. Esta resistencia se transmite a los “descendientes” de dicha bacteria, y también a otras cepas de bacterias a través de fragmentos de ADN llamados plásmidos, que pueden pasar físicamente entre las bacterias a través de un “tubo” llamado pilus, como se describe a continuación.
Todo esto conduce a la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos, con la consecuencia de que cuando la acción del antibiótico será necesaria para combatir una infección grave, el antibiótico será ineficaz.