No odio dormir, per se, pero tampoco lo disfruto mucho. Tampoco tengo problemas para despertarme por la mañana después de dormir cinco horas, aunque dormir seis horas lo hace un poco más fácil.
Por el contrario, a mi pareja le encanta dormir y se dormirá en cada oportunidad. No duermo, a menos que esté enfermo. Él lo hace, porque él puede.
Él tiene sueños interesantes; Yo no.
Pasado eso, no sé por qué algunas personas se duermen más que otras.