¿Son buenas las dietas innatas?

No se trata tanto de una elección activa como de disponibilidad. Granos, azúcares refinados, lácteos, etc. simplemente no hubieran estado disponibles en cantidades significativas. Por ejemplo, nuestra predisposición para el consumo de azúcar proviene de un entorno evolutivo en el que el azúcar (es decir, las frutas) era relativamente raro y, cuando estaba disponible, habría beneficiado a nuestros antepasados ​​para comerlo. En el mundo moderno con una gran cantidad de azúcar, la forma en que estamos cableados es perjudicial para nuestra salud.

En términos de elección innata, nuestra paleta se dirige claramente hacia la densidad energética: preferencia por los granos, azúcares, alimentos cocinados (lo que mejora la absorción de energía).

Recomiendo ‘Catching fire’ de Richard Wrangham para el tema.