¿Por qué comemos plantas como la menta, la albahaca, sin ningún problema, pero si cuando comemos hierba, tenemos que someternos al lavado gástrico porque no podemos digerirlo? ¿Y por qué y cómo aprendimos a agregar especias a nuestra comida?

La diferencia entre las plantas es la cantidad de celulosa indigerible en sus hojas y tallos. Algunas plantas tienen más; algunos tienen menos La gente descubrió que nutricionalmente valía la pena comer los que eran más digeribles. Sin embargo, en tiempos de hambruna, incluso lo apenas digerible se comerá.

En cuanto a por qué, la respuesta es probablemente que saben bien, o al menos mejor que otras plantas. Las plantas bonitas y jugosas como el repollo de mofeta (Symplocarpus foetidus) no se comieron porque apestan, a pesar de que son tiernas. También contienen altos niveles de ácido oxálico, lo que los convierte en un mal negocio para comer.

También es posible que la gente notara que cuando comían ciertas plantas, tenían mejor salud. Algunas plantas son vermífugas naturales: eliminan las lombrices intestinales. Otros, con un alto contenido de vitaminas, pueden haber conducido a una mejor salud general. No habría habido una comprensión “científica” de esto, por supuesto, pero la observación es una herramienta poderosa, no obstante.