¿Cómo pueden los escritores de alimentos darse el lujo de comer tanto? ¿No arruina su salud?

Si trabajan para medios comerciales, se les reembolsan los gastos de alimentos cuando presentan un informe de gastos.

Si son de puntas libres, hacen lo mejor que pueden. Pueden pagar las comidas con los ingresos obtenidos, por ejemplo, de los anuncios en sus sitios web. En el peor de los casos, pueden deducir el costo de las comidas de las que escriben de sus impuestos a la renta como un gasto comercial.

Si hacen trueques, como señala Lewis Harrison, es posible que no tengan que pagar ningún dinero por adelantado, pero igual tienen que pagar impuestos sobre el valor de las comidas que les dan.