¿Por qué las mujeres engordan después del parto?

Curiosamente, cuando las mujeres quedan embarazadas y la placenta se desarrolla, las operaciones internas de su cuerpo adoptan un enfoque totalmente diferente. El cambio de mecánicos, por así decirlo, tomar una nueva marcha: proteger y desarrollar una nueva vida.

La placenta produce una hormona, llamada hCG que en palabras simples actúa como un mecanismo de protección para la vida de las hazañas. La hCG ingresa al cuerpo de la mujer directamente a través del torrente sanguíneo y desde el interior controla el metabolismo, la digestión de los alimentos, la distribución de la energía y la nutrición.

Normalmente, fuera del embarazo, estas funciones automáticas, tales como:

digestión de alimentos,

dormir,

dónde almacenar grasa

cuando almacenar

y cuándo liberar una reserva de grasa para energía

están controlados por el hipotálamo, que es la glándula dentro de nuestro cerebro.

La sustancia hCG se produce naturalmente en mujeres embarazadas, comenzando al principio del embarazo y alcanzando su punto máximo alrededor de la semana 14. Algunas pruebas de embarazo se basan en la detección de hCG en la orina de una mujer, y el riesgo de defectos de nacimiento también se puede evaluar examinando el nivel de hCG.

Una de las funciones importantes que desempeña la hCG en el cuerpo es asegurarse de que el feto en desarrollo obtenga los nutrientes y calorías necesarios para un crecimiento adecuado, sin mucha dependencia de la ingesta de alimentos de la mujer. Lo hace al acceder a la grasa almacenada en el cuerpo de la mujer y ponerla a disposición del feto. A los humanos les suelen gustar los alimentos grasos porque estamos históricamente “programados” para almacenar reservas corporales en contra de posibles tiempos de escasez. Para las mujeres, ese exceso de grasa generalmente termina en las caderas, las nalgas, los muslos y el abdomen. Cuando una mujer se encuentra al comienzo de su embarazo, en un momento en que aún no sabe que está embarazada, la hCG en su sangre asegura que el feto obtenga la “comida” que necesita, incluso si la madre todavía no está embarazada. comiendo para dos. La producción de hCG disminuye después de las primeras semanas de embarazo, momento en el cual es más probable que la mujer sea consciente de comer para mantener su salud y la del feto.