La razón más directa para eso es porque no eres una máquina o un robot que puede cambiar a hibernación cuando lo desees. Probablemente tomaste una siesta por la tarde o piensas demasiado por la noche. O no tuvo un día agitado o cansado para desgastarlo. Aquí hay algunas cosas que podrían ayudarle
- Hidratación: mantente hidratado durante todo el día. Esto ayudará a eliminar todas las toxinas de tu cuerpo y ayuda a la digestión, por lo tanto, dormir mejor.
- Ejercicio: esto es obvio. Usted hace ejercicio que resulta en una mayor cantidad de dopamina en su cerebro. Mejora la calidad del sueño. También la calidad del sueño mejora la efectividad de tu entrenamiento.
- Haga su cama: haga su cama a primera hora de la mañana. También asegúrese de que su colchón y sus almohadas sean cómodos, lo que le ayudará a su cuerpo de forma adecuada. A veces, el colchón es demasiado duro, lo que no le permite dormir fácilmente.
- Medita: Medita dos veces al día. Una vez en la mañana para recargarse y la segunda vez en la noche para terminar. Esto ayudará a aclarar tu cabeza antes de dormir para que no pienses demasiado en la noche.
- Temperatura: asegúrese de que la temperatura ambiente sea más baja de lo normal a la hora de acostarse. También las luces deberían estar atenuadas.
- Paciencia: Esto es de suma importancia. No te rindas si no puedes hacerlo bien en el primer intento. Si se fue a dormir a la 1 am la noche anterior, las posibilidades de dormir a las 9 p. M. O 10 p. M. Serán bajas. Trabaja tu camino gradualmente.