¿Pueden los alimentos que comemos afectar nuestras emociones?

¡Seguro!
Algunos nutrientes se han relacionado con buenos estados de ánimo.
La deficiencia de vitamina B12, por ejemplo, puede causar irritabilidad y depresión … los alimentos ricos en B12 incluyen pescado, mariscos, carne de res, hígado, huevos; mientras que el alcohol filtra B12 del cuerpo.
El magnesio es un mineral que alivia la mente, los nervios y los músculos y su deficiencia puede llevar a la depresión, la ansiedad, la fatiga … Las mejores fuentes son los verdes (espinaca, brócoli …), los granos enteros, el salmón y la melaza.
La vitamina D, también conocida como la vitamina del sol, se ha relacionado con la salud mental y la inmunidad, y algunas personas piensan que la falta de vitamina D puede estar detrás del trastorno afectivo estacional. La vitamina D es soluble en grasas, por lo que necesitamos suficiente grasa en nuestra dieta para absorberla.
Y por otro lado, comer mucha azúcar refinada y carbohidratos aumenta los niveles de glucosa en la sangre y los choques posteriores te llevan a consumir más y a permanecer en este círculo vicioso.
Y hay muchos otros ejemplos.