Si está perdiendo mucha sangre, debe revisarse si tiene anemia. Y si se encuentra anémico, el médico hará sugerencias para mantener sus niveles de sangre correctos.
Si está perdiendo sangre seriamente, puede sentirse bastante débil, incluso si consume suficientes calorías.
Pregúntele a su médico cómo debe abordar esto, teniendo en cuenta sus problemas específicos.