SCUBA es una actividad fisiológicamente exigente. Sin embargo, no es muy exigente físicamente. La parte más física del buceo implica ponerse y quitarse el equipo y físicamente llevar el cuerpo cargado al agua (y fuera de ella). Idealmente, para hacer que una inmersión dure tanto como sea posible, se esfuerza por un mínimo esfuerzo aeróbico. Se bucea con un suministro de aire limitado, y el buceador principiante típico consumirá su tanque hasta dos veces más rápido que un buzo experimentado.
SCUBA es en gran medida una actividad mental. Estás entrando a otro mundo, uno en el que tienes incluso menos control de lo normal. Es importante relajarse conscientemente y aumentar su conciencia para contrarrestar la extrañeza y la pérdida de sentidos que experimenta. Hay diferentes fuerzas que gobiernan el movimiento bajo el agua, y la mayoría de la gente necesita ser muy consciente de estas diferencias.
El resultado final de todo esto es que una inmersión SCUBA es en gran medida una práctica de meditación. Sospecho que el buceo regular rinde beneficios de bienestar similares a otras prácticas meditativas. Si quieres ganar fuerza física y resistencia, entonces necesitas convertirte en una guía de buceo y llevar tanques para todos tus clientes. 🙂