El sueño diferido es tan delicioso porque estás haciendo trampa a la luz del día.
Y con la luz del día viene la responsabilidad, el trabajo, etc.
Al presionar la repetición dices que no a todo eso en tus términos.
¿Qué podría ser mejor que unos minutos más de libertad antes de que el día te arrastre gritando en sus brazos brillantes?