Los entrenamientos difíciles son agotadores para el sistema inmunitario.
El sueño es donde el cuerpo repara, elimina las toxinas, libera hormonas (HGH y otras) y ata los cabos sueltos. El sueño es básicamente donde va a ser la mayor parte de la reparación.
Entrenamiento = estrés + recuperación
Entonces, todo lo que estás haciendo cuando trabajas duro es poner tu cuerpo en una situación de lucha o huida. Esto estimula su sistema nervioso simpático, que libera cortisol (hormona del estrés) que lo ayuda a tomar decisiones rápidas para la supervivencia.
El cortisol evita que ocurran procesos corporales no vitales: crecimiento, metabolismo (el estrés crónico es más gordo que las personas no estresadas), defascación, pensamiento racional (como problemas matemáticos), etc.
Como resultado, el sistema inmunitario también se suprime, lo que lleva a una mayor susceptibilidad a la enfermedad. La falta de sueño también niega aún más el sistema inmune.