Hay muchos carbohidratos de cadena larga que nuestros cuerpos no pueden digerir, como la celulosa. Estos contienen calorías, sin duda se pueden quemar, pero nuestros cuerpos no pueden acceder a esas calorías. Nos referimos a carbohidratos indigeribles como fibra (independientemente de cuán fibrosos sean en realidad).
También hay algunos gases inflamables que se producen como un subproducto de la digestión de fibras solubles como el hidrógeno y el metano en las heces. Estos también contienen calorías (recuerde que una caloría es una unidad de energía) a la que nuestros cuerpos no pueden acceder. Estos gases a menudo se disuelven en las heces y gases en el transcurso del tiempo (lo que explica por qué las heces son tan malolientes durante tanto tiempo).
Aún así, la fibra y la cantidad de heces es la respuesta a la mayoría de sus preguntas.
La fibra es fantástica, aumenta la cantidad de alimento, ayuda a facilitar el proceso digestivo y es esencialmente “calorías libres”. La fibra es una parte importante de por qué las frutas y verduras son tan saludables. Atkins y Paleo, ambas dietas con vehemencia anti hidratos de carbono, sugieren comer muchas frutas y verduras a pesar de que sus macronutrientes provienen casi en su totalidad de carbohidratos.
¿Por qué? Fibra.
