Realmente no puedo diagnosticar exactamente qué es lo que está mal contigo. No tengo ni la información ni las credenciales para hacerlo.
Pero, en los momentos más bajos de mi vida, también me he sentido así.
En el día, tenemos mucho para ocuparnos. Trabajo, escuela, facturas, actividades sociales, recados, etc. y así sucesivamente. No tenemos tiempo para enfocarnos en lo que sea que estemos sintiendo debajo de la superficie. Simplemente se queda allí, dormido, mientras nosotros nos ocupamos de nuestro día.
Por la noche, cuando estamos solos, no queda nada para distraernos. Finalmente nos vemos obligados a enfrentar nuestras preocupaciones, nuestras inseguridades, nuestra soledad, nuestra amargura. Para bien o para mal, ya no hay nada que se interponga entre nosotros y nuestros pensamientos. Lo que yace latente, ahora sale a la superficie.
No huyas de eso. Enfréntalo, identifícalo y sigue los pasos que necesitas para superarlo. Obtenga ayuda si lo necesita. Los profesionales calificados están disponibles para cualquier cantidad de enfermedades mentales.
Buena suerte.
