Ningún ser humano puede absorber la energía del sol. Tampoco pueden los animales o las setas tampoco. Solo las plantas y las bacterias tienen esa habilidad.
Las plantas tienen cloroplastos, que es un orgánulo que contiene clorofila. Y la clorofila puede capturar la energía solar y convertirla en energía química uniéndola en moléculas de azúcar.
Los humanos solo usan la energía solar para producir vitamina D.