Bienvenido al mundo de la abstinencia aguda de cafeína . Del mismo modo que la cafeína puede hacer que te sientas enérgico, alerta, más seguro y saludable, prescindir te puede hacer sentir somnoliento, sin energía, menos alerta y absolutamente bajo, y no olvides el implacable dolor de cabeza. La ausencia de cafeína cambia significativamente el flujo de sangre e incluso la actividad eléctrica en el cerebro.
Cuando tomas tu taza de café o té por la mañana (o cola, si ese es tu hábito), la cafeína contrae las arterias cerebrales (la vía principal de la sangre hacia el cerebro), lo que significa que la sangre viaja más lentamente a través del cerebro.
La cafeína también interactúa con el sistema eléctrico de su cerebro, poniéndolo en modo de alerta, por lo que comienza a emitir más ondas beta (asociadas con el estado de alerta) y menos ondas theta (asociadas con la somnolencia). Estos efectos fisiológicos están asociados con la sensación de un “golpe de cafeína” que todos los bebedores de café conocen y aman.
También notará un aumento en la presión arterial unos 30 minutos después de la taza. Sin embargo, si se pierde su dosis de cafeína, su cerebro aún está listo para compensar sus efectos. Las arterias cerebrales se aflojan (dilatan) con anticipación, lo que aumenta la velocidad de la sangre que fluye por la cabeza .
Ese es realmente el cambio biológico que se cree subyace a los dolores de cabeza.
PD:-
Los detalles son de la entrevista de la Dra. Stacey Sigmon (Dept. of Psychiatry, Universidad de Vermont) por Maryke Steffens .
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