Generalmente, el estrés es de 2 tipos.
1. Estrés a corto plazo
2. Estrés a largo plazo
Signos de estrés a corto plazo:
A menudo ocurre en “ráfagas” rápidas en reacción a algo en su entorno, el estrés a corto plazo puede afectar a su cuerpo de muchas maneras. Algunos ejemplos incluyen:
- Hacer que tu corazón y tu respiración sean más rápidos
- Te hace sudar más
- Te dejo con las manos, los pies o la piel fríos
- Haciéndote sentir mal del estómago o dándote “mariposas”
- Apretando tus músculos o haciéndote sentir tenso
- Dejando tu boca seca
- Hacer que tengas que ir al baño con frecuencia
- Aumento de espasmos musculares, dolores de cabeza, fatiga y dificultad para respirar
Si bien esta explosión de energía puede ayudarlo en situaciones físicas en las que su cuerpo necesita reaccionar rápidamente, puede tener efectos negativos en su mente y rendimiento si no hay una salida o una razón para su estrés. Estos efectos pueden incluir:
- Interferir con su juicio y hacer que tome malas decisiones
- Haciéndote ver situaciones difíciles como amenazantes
- Reducir tu disfrute y hacerte sentir mal
- Haciéndole difícil concentrarse o lidiar con la distracción
- Dejándote ansioso, frustrado o enojado
- Haciéndote sentir rechazado, incapaz de reír, temeroso del tiempo libre, incapaz de trabajar y no dispuesto a discutir tus problemas con los demás
Signos de estrés a largo plazo:
El estrés a largo plazo o el estrés que se produce durante largos períodos de tiempo pueden tener un efecto aún mayor en su cuerpo y mente. El estrés a largo plazo puede afectar su cuerpo al:
- Cambiando su apetito (haciéndolo comer menos o más)
- Cambiando sus hábitos de sueño (ya sea causando que duerma demasiado o que no lo deje dormir lo suficiente)
- Fomentar comportamientos “nerviosos” como sacudirse los nervios, tocar el violín, hablar demasiado, morderse las uñas, rechinar los dientes, marcar el ritmo y otros hábitos repetitivos
- Causando que usted contraiga resfriados o gripe con más frecuencia y causando otras enfermedades, como asma, dolores de cabeza, problemas estomacales, problemas de la piel y otros dolores y molestias.
- Afectará tu vida sexual y tu desempeño
- Te hace sentir constantemente cansado y agotado
- El estrés a largo plazo también puede tener efectos graves en su salud mental y comportamiento. Si está bajo estrés durante períodos prolongados, es posible que tenga dificultades para pensar con claridad, resolver problemas o incluso manejar situaciones cotidianas tan simples como afeitarse, recoger ropa o llegar a tiempo a algún lugar. Algunos signos mentales de estrés a largo plazo incluyen:
- Preocuparse y sentirse ansioso (lo que a veces puede llevar a un trastorno de ansiedad y ataques de pánico)
- Sentirse fuera de control, abrumado, confundido y / o incapaz de tomar decisiones
- Experimentar cambios de humor como depresión, frustración, ira, impotencia, irritabilidad, actitud defensiva, irracionalidad, reacción exagerada o impaciencia e inquietud
- Aumentar la dependencia de alimentos, cigarrillos, alcohol o drogas
- Descuidar cosas importantes en la vida como el trabajo, la escuela e incluso la apariencia personal
- Desarrollar miedos irracionales a cosas como enfermedades físicas, desastres naturales como tormentas eléctricas y terremotos, e incluso atemorizar situaciones ordinarias como alturas o espacios pequeños.
- Aunque ocasionalmente experimentar uno o dos de los síntomas anteriores puede no ser motivo de preocupación (¡todos tienen algunos hábitos nerviosos y dificultades en sus vidas!), Tener varios de estos síntomas puede significar que está bajo más estrés de lo que cree. Pero darse cuenta de que está bajo estrés es el primer paso para aprender a lidiar con el estrés.