No, mejor dicho, es un consejo.
Los expertos que afirman que las personas no deberían comer fruta después de una gran comida se deben a que las frutas se digieren rápidamente y, dado que son un poco ácidas, se pueden sentir algunas incomodidades en el estómago porque están allí más de lo necesario.
Siguiendo este consejo, es preferible comer fruta antes de una gran comida, pero realmente depende de la persona.