Previene el deterioro del cartílago y las articulaciones
El yoga toma las articulaciones a través de su rango completo de movimiento, lo que ayuda al cartílago articular a recibir nutrientes frescos, evita el desgaste y protege los huesos subyacentes. Esto también ayuda a prevenir la artritis degenerativa y mitiga la discapacidad.
Aumenta la densidad ósea y la salud
Muchas posturas en el yoga requieren peso, lo que fortalece los huesos y ayuda a prevenir la osteoporosis. Específicamente, el yoga fortalece los huesos del brazo que son particularmente vulnerables a las fracturas osteoporóticas. Muchos estudios han demostrado que la práctica de yoga aumenta la densidad ósea en general.
Aumenta el flujo sanguíneo
¡El yoga hace que tu sangre fluya! La relajación ayuda a la circulación, el movimiento aporta más oxígeno a las células (que funcionan mejor como resultado), la torsión aporta sangre fresca oxigenada a los órganos y las inversiones invierten el flujo sanguíneo desde la parte inferior del cuerpo hasta el cerebro y el corazón. Además, el yoga aumenta los niveles de hemoglobina en los glóbulos rojos, lo que ayuda a prevenir los coágulos de sangre, los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
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