¿El sueño inducido por las drogas es tan reparador como el sueño natural?

Generalmente, la respuesta es no.

Sin embargo, su método para medir el “descanso”, el medicamento en cuestión, el contexto en el que lo toma y su historia y fisiología personales pueden desempeñar un papel importante en si considera que es útil en general.

El sueño inducido por fármacos se basa en la creación de una disfunción neurológica, que puede experimentarse como beneficiosa, perjudicial o una mezcla de ambos para las personas en sus autoevaluaciones.

Los datos recopilados a través de medios físicos (como monitoreo eléctrico) no pueden mostrar “tranquilidad” o cosas que podemos vincular inherentemente a “descanso”, por lo que decir “el paciente pasó 15 minutos más dormidos” no es realmente indicativo de algo que deberíamos asumir como positivo o producción de descanso dado que se logra al provocar un funcionamiento anormal que tiene una variedad de consecuencias. La monitorización demuestra patrones de sueño alterados -generalmente un menor tiempo pasado en REM, para la mayoría de las drogas (farmacéuticas, drogas callejeras, alcohol, etc.), pero si esto es bueno o malo para la experiencia general de alguien no es capaz de generalización.

Algunas personas prefieren medicamentos para dormir y se sienten más descansados ​​con ellos, o duermen mejor usándolos a veces. Mucha gente no. Los medicamentos para dormir tienen efectos secundarios potencialmente graves, y muchos causan dependencia física y abstinencia, además de los riesgos incluidos cuando todavía los toma (y están operando anormalmente bajo su influencia).