1. Los sabores se degradan con el tiempo. Los alimentos enlatados pueden durar años, mientras que los alimentos frescos se malogran bastante rápido.
2. Los alimentos enlatados se calientan más allá de la ebullición con el fin de esterilizar el interior para que sean estables durante largos períodos de tiempo.
3. Los alimentos congelados pueden dañar la textura debido a los cristales de hielo que se forman dentro de las células que la separan de adentro hacia afuera.
Sin embargo, los alimentos congelados pueden conservar algunos productos en el punto más alto de frescura, por lo que pueden ser mejores que algunos alimentos “frescos” como los guisantes cuando están fuera de temporada. La carne congelada suele ser más susceptible a la degradación por congelación, por lo que normalmente es peor al congelarse.
Además, los alimentos frescos por lo general solo se cocinan una vez, mientras que los alimentos congelados y enlatados a menudo se vuelven a calentar, lo que los hace calentar por segunda vez. Esto es especialmente malo cuando se cocinan alimentos congelados en el microondas porque las microondas tienen un efecto bastante negativo en la textura de la carne.
