¿Qué es más socialmente inaceptable: hacer preguntas invasivas o compartir demasiada información sobre cosas personales?

En la cultura estadounidense, al menos, se considera una infracción de etiqueta mucho más grande formular preguntas demasiado personales.

Oversharing puede hacer que la gente se retuerza, pero el riesgo de ofender es insoportable. Tenemos una larga tradición cultural de expectativa de privacidad que permite compartir, pero no se frunce el ceño al ser entrometidos.