Cuanto más se ejercita, mejor se desempeña en los estudios.
Hay estudios para apoyar este hecho. Estos estudios demuestran que los estudiantes que participan en un nivel mínimo (3 veces a la semana de al menos 20 minutos de actividad vigorosa) pueden concentrarse mucho mejor en la clase, obtener mejores calificaciones y también mejorar su autoestima que se asocia con un mayor rendimiento. También ayuda a aumentar la memoria.
Entonces, sí, hay una conexión muy buena entre la actividad física y el estudio.