Si no existen condiciones crónicas o agudas específicas que necesiten una para reducir o aumentar el grupo de alimentos de cualquier persona, la mejor dieta es la que cumple con los siguientes criterios:
- Carbohidratos simples adecuadamente equilibrados (principalmente de vegetales, algunos de frutas y lentejas), grasas insaturadas altamente limitadas (de nueces, semillas, pescado, carne, huevos, etc.), algunas grasas saturadas están bien (la mayoría de los aceites, grasas lácteas, etc.) proteínas adecuadas (de carnes, huevo, pescado, legumbres, lentejas, etc.), carbohidratos / almidón complejo altamente limitado (la mayoría de los cereales), sin azúcar añadido
- Comida recién preparada y servida con micronutrientes conservados, con menor probabilidad de que los venenos de los alimentos sean almacenados o recalentados de manera ineficaz.
- En porciones limitadas hasta que el apetito esté satisfecho. ¡NO hasta que haya una sensación de estallar! Si sientes que vas a explotar, ya has comido demasiado.
- Comido con atención centrándose en la comida en lugar de otras distracciones como libros, televisión u otro entretenimiento. Es más probable que te sientas satisfecho de esta manera y también notes cuando ya no tienes hambre, para no comer en exceso.
- Modifique sus porciones en función de la actividad real y el hambre. No coma “visualmente”. ¡Su plato no necesita tener la misma cantidad todos los días!
