El sistema inmune es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo contra las infecciones, la acción microbiana y una amplia variedad de otras condiciones potencialmente dañinas y peligrosas que pueden afectar nuestro cuerpo. La vitamina C es un gran refuerzo para el sistema inmunitario y durante mucho tiempo se ha conocido como una cura útil para los resfriados y la tos comunes, junto con su impacto en cualquier otra infección. La vitamina C también estimula la actividad de los glóbulos blancos, la primera línea de defensa del cuerpo contra las toxinas y los cuerpos extraños. La vitamina C también es un antioxidante, lo que significa que neutraliza los radicales libres, los subproductos dañinos del metabolismo celular que se crean constantemente en nuestro cuerpo. Estos radicales libres son responsables de la mutación del ADN de las células sanas en células enfermas o cancerosas, y posteriormente son responsables de una serie de enfermedades, que incluyen enfermedades del corazón y varios cánceres. ¡Una sola porción de fresas tiene aproximadamente el 150% de su requerimiento diario de vitamina C!
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