También puede abordar esto desde el punto de vista de la dieta. ¿Te imaginas cuánta grasa corporal llevaban nuestros remotos ancestros? La respuesta es que pasaron todos los días tratando de ganar peso y evitar morir de hambre.
Por otro lado, somos tentados por una plethera de productos alimenticios, la mayoría de los cuales no son alimentos sino basura procesada llena de productos químicos y conservantes. Entonces, lo que sucede es que nuestros sistemas están embotados por estas sustancias extrañas.
Deshágase de estos: coma solo alimentos naturales, alimentos reales, sin azúcar y sin bebidas azucaradas.
No hay panes blancos o pasteles. Mucha agua filtrada, no agua embotellada.
Si vives así, rápidamente comenzarás a parecerse a tus antepasados: delgado, esbelto y hermoso para la vista.