A medida que nuestro conocimiento sobre las enfermedades y su fisiopatología se actualiza constantemente, las prácticas médicas seguirán siendo “modernas”. Debemos mantener lo que es esencial y cambiar lo que es innecesario. De ahí el término moderno.
La muerte es una parte natural de la vida. Médicamente es el cese de las funciones vitales del cerebro de forma irreversible, que puede ser causado por el desgaste de la vejez, accidentes, genética anormal, malos hábitos de estilo de vida, enfermedades como infecciones, cánceres, etc. Todo esto invariablemente daña el cerebro, ya sea directamente o a través de un suministro reducido de sangre, como un ataque al corazón. Los médicos intentan prevenirlo o retrasarlo. Solo pueden prolongar la vida por más tiempo, desde minutos hasta años, dependiendo de la condición.
Nuestro cuerpo es la culminación de varias células que funcionan de manera única, lo que implica puramente cambios mecánicos, químicos y eléctricos. No hay magia allí. Lo mismo es el caso con la inmunidad. ‘Inmunidad’ está dirigido contra todo lo que sea extraño o anormal, lo que significa la mayoría de las infecciones y cánceres. No puede proteger contra la hipertensión si fuma y sus arterias sufren un engrosamiento llamado aterosclerosis. O si consume alcohol y el hígado es destruido por sus productos metabólicos. A veces se confunde y ataca sus propias células, las enfermedades autoinmunes.
La inmunidad no puede curar todo. Tenemos inmunidad innata que es lo que ya tenemos desde el nacimiento, la primera línea de defensa. Si falla, entonces se activa una inmunidad adaptativa más específica y produce un ataque más específico. Pero muchos de los organismos ya pueden causar daño en este momento o incluso pueden sobrevivir a este ataque. Lo mismo con cánceres. Es por eso que la gente solía morir con esto, antes del advenimiento de antibióticos y medicamentos contra el cáncer y vacunas para aumentar la inmunidad (solo algunos ejemplos) (No podemos hacer nada acerca de la vejez y los accidentes).
Como estos medicamentos funcionan exclusivamente en un método mecánico o químico, junto con su efecto deseado, también pueden producir algunos efectos predecibles no deseados (efectos secundarios) e incluso efectos impredecibles (reacciones adversas al medicamento). No todos lo tienen y la mayoría de los medicamentos se eligen según su perfil de efectos secundarios. Se desarrollan en base a ensayos clínicos, que aseguran que estamos evaluando todos los aspectos y no simplemente creemos lo que observamos de inmediato. La mayoría de estos son salvavidas y no ‘asesinos definitivos’. Sin ellos, será difícil combatir la enfermedad o incluso sucumbir a ella. A medida que avanza nuestro conocimiento, avanzamos hacia las terapias específicas de objetivo donde podemos destruir solo el patógeno, dejando las células normales sanas.
El problema más importante es con diagnósticos incorrectos y opciones de tratamiento incorrectas por parte de los médicos, y la falta de adherencia al tratamiento por parte de los pacientes, no con la medicina moderna como tal.