Podría pasar … pensar todo el camino de vuelta a las películas de espionaje cuando los malos dicen “… vee haff formas de hacerte hablar …”
La forma más directa y legítima de usar una droga como esa fue en un tipo que estaba teniendo una reacción de conversión que involucraba su brazo derecho (hay muchas cosas psicológicas ahí, pero me estoy salteando).
El paciente acordó el procedimiento por escrito antes de administrar cualquier medicamento. El psiquiatra hizo que una enfermera iniciara una vía intravenosa (más material psicológico no relevante), insertó una jeringa de pentobarbital y lentamente comenzó a empujarla mientras hablaba con el paciente y hacía preguntas relativamente inofensivas. Justo antes de que el paciente estuviera listo para perder el conocimiento, el psiquiatra FOLLANDO “MUEVA SU BRAZO DERECHO” Lo hice pero el paciente no lo hizo.
El otro episodio involucró quitarme las amígdalas cuando estaba en el ejército, era surrealista. Primero, “quítate toda la ropa, toma una ducha con Phisohex (ya no está en el mercado pero es similar a Hibiclens). Entonces ponte una camisa de hospital hacia atrás y vuelve a la cama ”
Luego obtuve medicamentos preoperatorios (como PharmD 12 años después, supongo que debobarbital y escolopina o atropina). Vinieron a llevarme al quirófano. Me senté en la camilla y grité “¡¡¡carga !!”
Le dije al teniente coronel CRNA que la amaba, luego estaba el estúpido asunto de “contar hacia atrás” (había otro agente de contrainteligencia en el quirófano en caso de que dejara de hablar de algo en lo que el equipo de quirófano requería un informe).
Me desperté con dolor de garganta, voz áspera y lengua dolorida. Los agujeros a ** me entubaron y penetraron en mi lengua con algún instrumento o sutura para quitarlo del camino. De todos modos, no tengo helado y estoy aquí para decirte que dejar que el ejército elimine las amígdalas y adenoides a los 22 años no es divertido.
Sin embargo, apuesto a que hay drogas desarrolladas desde entonces que te harían cantar como un pájaro, a pesar de la doctrina de 1975 que nos aseguró que no revelaríamos información clasificada bajo drogas o hipnosis. ¡Decir ah!