Porque el cuerpo está tratando de llamar tu atención. El cuerpo regula su balance de energía a través de un sistema muy complejo de hormonas que involucran AMPK, insulina, grelina, glucosa, leptina y glucagón, por nombrar algunos.
Cuando el cuerpo perciba una amenaza a sus reservas de energía, tomará medidas defensivas dramáticas para preservarlo, en realidad ralentizar su metabolismo al atrofiar el tejido muscular, reduciendo así la necesidad de calorías (el músculo es metabólicamente activo y requiere más calorías que otros tejidos) y preservar almacenamientos de grasa hasta que sean absolutamente necesarios. Al mismo tiempo, sus niveles de energía caerán en picado, dando como resultado menos movimiento y reduciendo aún más la necesidad de calorías.
El desesperadamente hambriento es tu cuerpo gritándote, “ALIMÉTAME”. Es un mecanismo de supervivencia y es muy poderoso.